Las marcas o los dispositivos con la función de una marca, han existido al menos durante los últimos 5000 años. Algunos de ellos, como las marcas en cerámicas, continúan siendo utilizados hoy en día; otros, como las marcas Heráldicas son frecuentemente cotizadas o parafraseadas en diseños modernos. Más aún, la idea de un juego de palabras visual colocada sobre un nombre fue utilizada en los biseles de armas antiguas. Históricamente, las marcas fueron en un inicio utilizadas primariamente como marcas del remitente, las cuales están más comúnmente relacionadas con la persona que enviaba el mensaje más que con el receptor. Cuando el hombre primitivo buscaba alimento y encontraba una huella de animal impresa en el lodo, en realidad estaba recibiendo un mensaje a través de un signo gráfico.

No existe un antecedente único para referirse como el inicio oficial de la marca, existen narraciones que sirven como punto de partida  las razones que ocasionaron que apareciera en la vida del ser humano. Los predecesores históricos de las marcas, estaban inmersas en la necesidad y deseo de identificación social como parte de un grupo o de un individuo. Fueron utilizadas como un medio para establecer un carácter distintivo de algo. Un granjero puede marcar su ganado para protegerlos de ser robados; un alfarero puede marcar sus tazones como un perfil de orgullo. No existe una relación exclusiva y mutua o una penetración de dominancia entre la necesidad y el deseo; históricamente, dichas motivaciones pueden estar relacionadas con la vida social, la guerra, comercio, tráfico y deportes, así como de otras actividades recreativas.